Running Away

VIDEOCREACIÓN

MiniDV Pal, Stereo. 2007

ÓSCAR FERNÁNDEZ y JUAN LÓPEZ LÓPEZ

 

Running Away es un extenso proyecto de videocreación en torno a nuevos discursos sobre la masculinidad de nuestro tiempo, una compilación de diferentes y complementarias identidades masculinas venidas para sustituir al hombre seguro y lleno de certitud. Porque una palpable sensación de amenaza domina nuestras imágenes de la masculinidad y de los hombres.

 

La acción en Running Away,  primera parte de proyecto, se presenta de forma directa: varios personajes hombres corren desnudos o semidesnudos en la noche, huyen desesperadamente sin saber de dónde vienen ni en dónde terminarán la huida. Las escenas se visualizan en movimiento, en estados de indeterminación sexual, física y fílmicamente hablando: exposición de unos planos detrás de otros sin llegar a un sistema mecánico de causa/efecto, el uso de la cámara en mano, la fractura insistente del tempo y una línea argumental sin definir. Estos hombres están también descentrados geográficamente. Sin ningún elemento cinematográfico que los conecte se van sucediendo distintas escenas con diferentes enclaves geográficos y corredores. En común, un elemento arquitectónico: el puente, con alto contenido simbólico o metafórico. Los personajes, localizados en diferentes ciudades, huyen a través de diversos puentes: Puente de Miraflores en Córdoba, Puente del Alamillo en Sevilla, Pont de les Arts en Valencia, Puente de Hierro en Zaragoza, Puente Euskalduna en Bilbao y Szabadság híd (Puente de la Libertad) en Budapest, hasta la construcción de una atmósfera que no es realista, ni arbitraria, ni inverosímil o fantástica. Simplemente sublime, pero sublime en el sentido surrealista del término. Una atmósfera de “intensidad fílmica” que escapa a los sentidos.

La segunda parte del proyecto, Héroes Caídos, presenta tres relatos característicos de la virilidad y en cuyos momentos finales predominan la pérdida de control, la caída y el fracaso. Estas tres narrativas de la masculinidad, enfrentadas con las carreras nocturnas de los personajes desvestidos de Running Away, quieren hablar de vulnerabilidades tanto como de poder; de miedo y angustia tanto como de fuerza; de reconciliación con las mujeres tanto como de conflicto; del pluralismo de los hombres y de sus diferentes necesidades y deseos tanto como de la auténtica hombría.

 

1. Los nuevos sistemas de producción/consumo. Un alfarero modela el barro hasta conseguir una elegante pieza y terminar por deformarla hacia su primitivo aspecto inicial. Metáforas del Dios-Padre creador, ahora también destructor, y de la maleabilidad de la forma o configuración del cuerpo masculino.

 

2. Construcciones caducas para cuerpos finitos. Una pareja de fisioculturistas, paradigma de fuerza y hombría, trabaja su cuerpo en el gimnasio, aunque se descubren incapaces de hacer un pequeño castillo de naipes. Allí donde la exaltación y el culto a lo masculino acarician las posturas y comportamientos gayer.

 

3. Érase una vez el cielo que se abría. Una reunión de jóvenes ejecutivos, otrora símbolos de éxito y autoridad, acaba con la aniquilación de cada uno de ellos tras una incomprensible pelea. Al final se avista desde el “cielo” la llegada de un nuevo orden; la posibilidad de un petticoat government (gobierno de enaguas) se antoja factible.

 

En la tercera parte del proyecto, Contornos Desbordados, el propio autor es quien se descubre en solitario antes del intenso primer plano de sus ojos (cerrados al inicio, luego abiertos) bajo aquello ya denominado “intensidad fílmica”, en un falso cuarto de baño, vestido con pantalón negro o con camiseta y un mínimo tanga.

 

Revelando a medida que se descubre una figura masculina no del todo impertérrita, nerviosa en sus poses, mirada oscilante y lejana, dejando entrever durante escasos segundos una serigrafía en la camiseta: READ MY LIPS. «Mírame y dime qué soy», parece querer preguntar este nuevo hombre de contornos desbordados, ese otrora hombre afeminado o fetichista, inmerso en la fantasía y los juegos del erotismo y/o el transformismo. La respuesta parece estar en unos labios silenciados. O tal vez en otros labios más sexuales y escondidos bajo la prenda íntima femenina. La solución está en la incertidumbre de la carne que se rebasa: la configuración de un cuerpo masculino cambiable, mutable y editable, lleno de trampantojos y múltiples rincones (aún) inexplorados. Redefinir la masculinidad (y la feminidad) de nuestro tiempo a partir de la aparición del mito dominante que confiere a la institución de la heterosexualidad la condición de única forma natural de vida humana. De la misma manera que la teoría de género ha dinamitado los modelos de constitución de la mujer, así también el hombre está obligado a revisar los cánones a través de los cuales ha constituido su condición social porque en ellos se traslucía un discurso de dominación y violencia que es absolutamente insostenible a comienzos del siglo XXI.

 

Ha dejado pues de ser apropiado, si es que lo fue alguna vez, pensar en esa cosa llamada masculinidad, en un mundo de “hombres nuevos”, de “hombres heteros” reinventados, de muchos tipos de hombre gay, de hombres bisexuales, de personas transgenéricas e intersexuales… La lista es infinita.

PROYECCIONES

MÉRITOS

2008

Proyecto D-Mencia (exposición individual). Ayuntamiento de Doña Mencía y Fundación provincial de artes plásticas Rafael Botí. Casa de la cultura Juan Valera, Doña Mencía, Córdoba (catálogo publicado CO-1609-07).

 

2007

Premio Pepe Espaliú. Instituto Andaluz de la Juventud. Sala de exposiciones del Albergue Juvenil de Córdoba (catálogo publicado).

 

Encuentros de arte contemporáneo Alfonso Ariza (comisario Óscar Fernández). Naves de la cerámica, La Rambla (Córdoba).

 

Festival IDEM. Federación Colegas Andalucía. Córdoba.

 

2005

Ayuda a la creación artística contemporánea. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

2023 © JUAN LÓPEZ LÓPEZ